Hugo Claudio de Zela Martínez asumió este martes 14 de octubre como titular del Ministerio de Relaciones Exteriores, conocido como la Cancillería, ante el presidente interino José Jerí Oré. Su designación representa el retorno de uno de los diplomáticos peruanos con mayor trayectoria y experiencia internacional, marcando una clara apuesta por el perfil técnico en la conducción de la política exterior del país.
De Zela, quien nació en Lima el 4 de agosto de 1951, llega al cargo con 74 años de edad y más de cuatro décadas dedicadas al servicio diplomático peruano. Su nombramiento sustituye a Elmer Schialer, quien ocupó el puesto desde septiembre de 2024 durante el gobierno de Dina Boluarte.
El nuevo canciller no es un rostro desconocido en los pasillos de la Cancillería. A lo largo de su extensa carrera ha ocupado posiciones estratégicas tanto en representaciones bilaterales como en organismos multilaterales, convirtiéndose en una de las figuras peruanas con mayor proyección internacional en el ámbito diplomático.
Formación académica: entre Uruguay, Perú y Argentina
La formación académica de Hugo de Zela combina estudios en ciencias económicas, relaciones internacionales y ciencias políticas, lo que le ha permitido desarrollar una visión integral de los asuntos internacionales.
Entre 1969 y 1972, cursó estudios de Ciencias Económicas y Administrativas en la Universidad de la República en Uruguay. Esta formación inicial le proporcionó herramientas para comprender los aspectos económicos y comerciales de las relaciones internacionales, un elemento crucial para la diplomacia moderna.
Posteriormente, ingresó a la Academia Diplomática del Perú, la institución formadora de los funcionarios del servicio exterior peruano, donde se graduó como licenciado en Relaciones Internacionales en 1978. Esta formación especializada marcó el inicio formal de su carrera diplomática.
Su interés por profundizar en el análisis político lo llevó a cursar estudios de doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad del Salvador en Argentina, entre 1979 y 1980. Aunque no concluyó el doctorado, estos estudios ampliaron su perspectiva sobre los sistemas políticos comparados y la dinámica del poder en América Latina.
Los primeros pasos en la diplomacia: Buenos Aires y Montevideo
La carrera diplomática de Hugo de Zela comenzó en el Cono Sur, región que sería fundamental en su desarrollo profesional. Su primer destino fue la Embajada del Perú en Buenos Aires, donde se desempeñó como Tercer Secretario. En este cargo, tuvo su primer contacto directo con la gestión de las relaciones bilaterales y la representación de los intereses nacionales en el exterior.
Posteriormente, fue destinado a la representación peruana en Montevideo, donde alcanzó el rango de Segundo Secretario. Durante esos años iniciales de su carrera, su trabajo se centró en el fortalecimiento de los vínculos bilaterales con Argentina y Uruguay, y en la participación del Perú en foros regionales de cooperación económica y política.
Estos destinos en el Cono Sur le permitieron conocer de cerca las dinámicas políticas y económicas de dos países clave para la integración sudamericana, experiencia que sería invaluable en sus posteriores funciones de mayor responsabilidad.
Una década en la OEA: de funcionario a jefe de Gabinete
Entre 1984 y 1994, Hugo de Zela dio un salto cualitativo en su carrera al integrarse a la Organización de Estados Americanos (OEA), donde pasaría diez años cruciales de su desarrollo profesional. En este organismo multilateral alcanzó el cargo de jefe de Gabinete del secretario general João Clemente Baena Soares.
Durante esa década, De Zela tuvo un papel destacado en la creación de la Unidad para la Promoción de la Democracia, una instancia desde la cual la OEA impulsó misiones de observación electoral en Centroamérica y el Caribe. Este trabajo se desarrolló en un periodo crucial para la región, cuando varios países transitaban de regímenes autoritarios hacia sistemas democráticos.
Su experiencia en la OEA lo posicionó como uno de los funcionarios peruanos con mayor conocimiento del sistema interamericano y de los mecanismos de cooperación multilateral en el hemisferio.
El retorno a la OEA: jefe de Gabinete de José Miguel Insulza
Después de años dedicados a otras funciones diplomáticas, Hugo de Zela regresó a la OEA entre 2011 y 2015, esta vez como jefe de Gabinete del secretario general José Miguel Insulza. En esta segunda etapa en el organismo hemisférico, asumió responsabilidades aún mayores.
En esta función, De Zela supervisó un presupuesto superior a los 200 millones de dólares y coordinó equipos de alto nivel en materia política y administrativa. Su rol implicaba la gestión estratégica de los recursos del organismo y la coordinación de las diversas áreas técnicas de la OEA.
Durante este periodo, fue nombrado jefe de la Misión de Observación Electoral de la OEA en Paraguay en 2015, demostrando su experiencia en procesos electorales y su capacidad para liderar misiones internacionales de alto perfil.
Además, representó al organismo en diversas reuniones ministeriales y presidenciales, consolidando su reputación como un negociador experimentado y un diplomático con capacidad para mediar en situaciones complejas.
Mediación en crisis políticas: Haití, Guatemala y Nicaragua
Uno de los aspectos más destacados de la trayectoria de Hugo de Zela en la OEA fue su participación en procesos de mediación durante crisis políticas en Haití, Guatemala y Nicaragua. Estas experiencias lo posicionaron como un diplomático con habilidades probadas para el diálogo en contextos de alta conflictividad.
La mediación en crisis políticas requiere no solo conocimiento técnico y experiencia diplomática, sino también sensibilidad política, capacidad de escucha y habilidad para construir puentes entre actores con posiciones enfrentadas. El trabajo de De Zela en estos procesos consolidó su reputación como un negociador confiable y eficaz.
Esta experiencia resulta particularmente valiosa en el contexto actual, donde el Perú atraviesa su propia crisis política y donde el nuevo canciller deberá manejar tanto las relaciones internacionales del país como contribuir a la construcción de consensos internos.
Embajador en Argentina: fortaleciendo la relación bilateral
Entre 1997 y 2002, Hugo de Zela fue nombrado embajador del Perú en Argentina, uno de los destinos diplomáticos más importantes para el país. Durante este periodo de cinco años, impulsó la cooperación económica y cultural bilateral entre ambas naciones.
La relación con Argentina es estratégica para el Perú en múltiples dimensiones: comercial, cultural, académica y política. Como embajador, De Zela tuvo la responsabilidad de representar al país en un momento en que Argentina atravesaba importantes transformaciones económicas y políticas.
Su gestión en Buenos Aires se caracterizó por el fortalecimiento de los vínculos en áreas como comercio, inversiones, cooperación educativa y cultural, consolidando una relación bilateral que históricamente ha sido prioritaria para la política exterior peruana.
Embajador en Brasil: la potencia sudamericana
Posteriormente, entre 2007 y 2010, De Zela asumió la embajada del Perú en Brasil, quizás el destino diplomático más relevante en América del Sur dada la importancia geopolítica y económica de la potencia regional.
Brasil es el país más grande de Sudamérica, la mayor economía de la región y un actor fundamental en todos los procesos de integración regional. Representar al Perú en Brasilia implica gestionar una relación bilateral compleja y multidimensional, que incluye temas comerciales, fronterizos, de seguridad, cooperación amazónica y coordinación en foros multilaterales.
Durante su gestión en Brasil, De Zela trabajó en fortalecer los vínculos entre ambos países en un momento de crecimiento económico para ambas naciones y de consolidación de los mecanismos de integración sudamericana.
Representante ante la OEA y embajador en Estados Unidos
En 2010, Hugo de Zela fue designado representante permanente del Perú ante la OEA, retornando así al organismo donde había desarrollado buena parte de su carrera, pero ahora como el representante oficial del país.
Más adelante, en 2018, ocupó uno de los cargos más importantes de la diplomacia peruana: viceministro de Relaciones Exteriores y jefe del Servicio Diplomático de la República. En esta posición tuvo responsabilidad directa sobre la gestión del conjunto del servicio exterior peruano.
Un año después, en 2019, fue designado embajador del Perú en Estados Unidos, el destino diplomático más importante para el país dadas las múltiples dimensiones de la relación bilateral: comercial, de seguridad, cooperación, inversiones y coordinación política. En Washington también se desempeñó simultáneamente como representante permanente ante la OEA.