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¿Quién es Wilder Sifuentes, el nuevo titular del MVCS? El experto en gestión pública que conoce el ministerio desde la SBN

Wilder Alejandro Sifuentes Quilcate juramentó como ministro de Vivienda tras dirigir la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales. Es abogado con maestría en Derecho de la Empresa y amplia experiencia en gestión pública. Llega al MVCS conociendo la institución desde adentro, pero enfrentando la brutal crisis habitacional y de saneamiento del país.
Wilder Alejandro Sifuentes Quilcate

Wilder Alejandro Sifuentes Quilcate conoce el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento desde una perspectiva particular: venía dirigiendo la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SBN), una entidad precisamente adscrita al MVCS.

Este martes juramentó como ministro de Vivienda ante el presidente José Jerí. Es un ascenso lógico dentro de la misma estructura institucional: de superintendente a ministro del sector.

Sifuentes es abogado egresado de la Universidad Antenor Orrego de Trujillo, con maestría en Derecho de la Empresa y máster en Gestión Pública. Tiene cursos de especialización en Regulación y Fiscalización Ambiental, Desarrollo Sostenible, y diplomados en Contrataciones del Estado por la PUCP y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Su perfil es claramente administrativo y legal, con sólidos conocimientos en gestión pública, derecho administrativo, contrataciones públicas y derecho laboral. No es arquitecto ni ingeniero civil, lo cual es inusual para un ministro de Vivienda.

Superintendente de Bienes Estatales desde 2023

Desde marzo de 2023, Sifuentes dirigió la SBN, la entidad encargada de administrar y supervisar los bienes inmuebles del Estado. Son miles de propiedades: terrenos, edificios, locales abandonados, inmuebles en desuso.

La SBN tiene funciones clave:

  • Registrar todos los bienes inmuebles del Estado
  • Recuperar propiedades estatales invadidas u ocupadas ilegalmente
  • Optimizar el uso de inmuebles públicos subutilizados
  • Transferir propiedades entre entidades estatales
  • Vender o arrendar bienes que el Estado ya no necesita

Es un trabajo técnico, legal y administrativo. Requiere conocimiento de derecho registral, capacidad de negociación con invasores, coordinación con municipalidades y otras entidades.

Sifuentes pasó casi dos años en ese cargo antes de ser promovido a ministro. Eso le dio conocimiento del sector vivienda desde el ángulo específico de la gestión patrimonial estatal.

El paso por Qali Warma

Antes de la SBN, Sifuentes trabajó entre junio de 2020 y febrero de 2023 como jefe de la unidad de recursos humanos del Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma.

Qali Warma es el programa que proporciona desayunos y almuerzos a escolares de escuelas públicas en todo el país. Es un programa enorme, complejo, con miles de trabajadores y presupuesto millonario.

Como jefe de recursos humanos, Sifuentes manejó contrataciones, planillas, capacitación de personal, relaciones laborales. No es experiencia directamente relacionada con vivienda, pero le dio conocimiento de gestión de recursos humanos en el sector público.

Experiencia en asesoría jurídica pública

Sifuentes también pasó por cargos en asesoría jurídica de distintas entidades:

Entre abril y junio de 2020 fue jefe de la unidad de asesoría jurídica del Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (Inabif), entidad del Ministerio de la Mujer que protege a niños y adultos mayores en situación de abandono.

Entre abril de 2019 y marzo de 2020 ejerció como jefe de la oficina de asesoría jurídica de la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp), la entidad que maneja los registros de propiedad inmobiliaria en el país.

Esta experiencia en Sunarp es relevante para su cargo actual, porque el tema de saneamiento físico-legal de predios (regularizar títulos de propiedad) es una función importante del Ministerio de Vivienda.

Los desafíos del Ministerio de Vivienda

Wilder Sifuentes asume el MVCS enfrentando problemas estructurales enormes:

Déficit habitacional brutal: Millones de peruanos viven en casas precarias, hacinados o en zonas de riesgo. El Estado construye miles de viviendas sociales al año, pero es insuficiente frente a la demanda.

Saneamiento colapsado: En Lima, el agua llega pocas horas al día en muchos distritos. En zonas rurales, millones de personas no tienen agua potable ni desagüe. Las empresas prestadoras de servicios de saneamiento están quebradas técnicamente.

Informalidad urbana masiva: Millones de peruanos viven en asentamientos informales sin títulos de propiedad, sin servicios básicos, en terrenos invadidos. La titulación avanza lentísimo.

Construcción informal sin control: La gente construye sin permisos, sin ingenieros, sin respeto a normas técnicas. Por eso cuando hay terremotos, miles de viviendas colapsan matando a sus ocupantes.

Programas sociales ineficientes: Techo Propio, Mivivienda y otros programas de vivienda social están llenos de burocracia. Conseguir una vivienda del Estado puede tomar años.

El problema del agua: crítico y urgente

Uno de los temas más urgentes que enfrenta Sifuentes es el colapso del servicio de agua potable y alcantarillado.

En Lima, Sedapal (la empresa estatal de agua) no da abasto. La infraestructura es obsoleta, hay fugas masivas, el servicio es intermitente en muchos distritos. Y la situación empeora cada verano cuando el agua escasea.

En provincias, las empresas prestadoras de servicios de saneamiento (EPS) están quebradas. No invierten en mantenimiento, pierden agua por fugas, no tienen capacidad de ampliación. Millones de peruanos siguen sin acceso a agua potable.

El gobierno anterior prometió "agua para todos" pero avanzó poco. Sifuentes heredará ese mismo problema sin soluciones fáciles. Mejorar el saneamiento requiere inversiones multimillonarias que el MEF no quiere aprobar.

Vivienda social: promesas incumplidas

Los programas de vivienda social como Techo Propio y Mivivienda existen hace años pero benefician a relativamente pocas familias.

Los problemas son múltiples:

  • Burocracia excesiva: Conseguir el bono o el crédito subsidiado toma meses o años.
  • Viviendas mal ubicadas: Muchas se construyen en la periferia lejana, sin transporte, sin servicios, obligando a la gente a viajar horas para trabajar.
  • Mala calidad: Algunas viviendas sociales tienen defectos de construcción o se deterioran rápidamente.
  • Corrupción: Empresas constructoras cobran sobrecostos, usan materiales baratos, pagan coimas para conseguir contratos.

Sifuentes tendrá que decidir si intenta reformar estos programas o si simplemente los administra como están, manteniendo el statu quo.

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