Teresa Mera Gómez ha pasado más de dos décadas trabajando en temas de comercio exterior, propiedad intelectual y negociaciones comerciales internacionales. No es política ni tiene carisma mediático, pero conoce perfectamente cómo funciona el sistema de comercio global.
Juramentó este martes como ministra de Comercio Exterior y Turismo ante el presidente José Jerí. Es abogada por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y tiene una maestría en Derecho Internacional y Economía por la Universidad de Berna en Suiza.
Su especialización es comercio internacional: tratados de libre comercio, reglas de la OMC, protección de propiedad intelectual, promoción de exportaciones. Son temas técnicos, áridos, pero absolutamente cruciales para una economía como la peruana que vive de exportar materias primas y productos manufacturados.
El problema es que Mera llega al Mincetur en medio de una crisis turística brutal en Machu Picchu, y el turismo no es precisamente su especialidad.
Veinte años en el Mincetur
La carrera de Teresa Mera ha transcurrido casi completamente dentro del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo. Ha ocupado cargos clave a lo largo de dos décadas:
Fue directora de las Oficinas Comerciales del Perú en el Exterior (OCEX), la red de oficinas que el país tiene en mercados clave para promover exportaciones peruanas.
También fue jefa de Gabinete de Asesores, coordinando el trabajo técnico del ministerio y asesorando directamente a los ministros de turno.
En 2022, bajo la gestión del ministro Luis Fernando Helguero, fue nombrada viceministra de Comercio Exterior, el cargo técnico más alto del sector. Desde allí coordinó negociaciones comerciales internacionales y supervisó la implementación de tratados comerciales.
Además trabajó en el Indecopi, la entidad que protege la competencia y los derechos de propiedad intelectual en el Perú.
Esta experiencia le da un conocimiento profundo del funcionamiento del Mincetur, sus fortalezas y limitaciones. Conoce los procedimientos, tiene contactos internacionales y entiende las complejidades de las negociaciones comerciales.
Docente universitaria y autora especializada
Paralelamente a su trabajo en el Estado, Mera ha sido docente universitaria en instituciones como ESAN, UPC, Cayetano Heredia y la Universidad San Martín de Porres. Ha enseñado temas de comercio internacional, propiedad intelectual y derecho económico.
También ha publicado artículos especializados en revistas académicas sobre estos temas. No es solo una funcionaria pública; también tiene un perfil académico que le da credibilidad técnica.
Esa combinación de experiencia práctica en negociaciones comerciales y conocimiento teórico es valiosa, especialmente cuando debe defender los intereses comerciales del Perú en foros internacionales.
El desafío que no esperaba: Machu Picchu en crisis
Teresa Mera probablemente aceptó el cargo pensando que trabajaría principalmente en temas de comercio exterior: negociar tratados, promover exportaciones, coordinar con empresarios.
Pero la realidad le cayó encima desde el primer día: Machu Picchu está en crisis y ella debe resolverlo.
El conflicto se originó en septiembre cuando protestas y bloqueos paralizaron el acceso al santuario, dejando a miles de turistas varados y generando pérdidas por más de 25 millones de soles solo en pocas semanas.
El problema gira alrededor del transporte turístico hacia la ciudadela. Dos empresas, San Antonio de Torontoy y Consettur, se disputan la operación de los buses por la ruta Hiram Bingham. Hay acuerdos incumplidos, contratos vencidos, comunidades locales furiosas y un municipio incapaz de resolver el conflicto.
Las comunidades denuncian que Torontoy prometió 18 buses pero solo habilitó cuatro. Mientras tanto, Consettur sigue operando pese a que su contrato ya terminó. La tregua que se acordó venció el 13 de octubre, justo un día antes de que Mera juramentara como ministra.
Un conflicto que amenaza la imagen del país
El problema en Machu Picchu no es solo económico. Es una crisis reputacional para el Perú como destino turístico.
Los turistas que planearon sus viajes con meses de anticipación, que compraron vuelos internacionales caros y reservaron hoteles, llegan al Cusco y no pueden subir a Machu Picchu porque hay bloqueos. Se quedan varados, pierden su dinero, se van furiosos.
Esas experiencias se comparten en redes sociales, en foros de viajeros, en reseñas de TripAdvisor. El daño a la imagen del Perú como destino turístico es brutal y tomará años repararse.
Teresa Mera debe resolver esto urgentemente. No tiene experiencia previa manejando conflictos sociales ni negociando con comunidades rurales. Viene del mundo técnico de las negociaciones comerciales internacionales, no del mundo político de los conflictos territoriales.
Será su bautismo de fuego.
El turismo post-pandemia que no se recupera
Más allá de Machu Picchu, el sector turístico peruano enfrenta problemas estructurales. Todavía no recupera los niveles de visitantes que tenía antes de la pandemia.
La crisis política de los últimos años (protestas contra Boluarte, vacancia de Castillo, inestabilidad permanente) ha ahuyentado turistas. Las imágenes de enfrentamientos en las calles, de aeropuertos cerrados, de carreteras bloqueadas no ayudan a vender al Perú como destino seguro.
Además está la inseguridad: turistas robados en Miraflores, asaltos en el Centro Histórico de Lima, extorsiones en Cusco. Los turistas se enteran y cancelan viajes.
Mera necesita una estrategia integral para recuperar el turismo: resolver conflictos sociales, mejorar la seguridad en zonas turísticas, lanzar campañas de promoción internacional, trabajar con gremios hoteleros y de agencias de viaje.
El comercio exterior: su zona de confort
En lo que respecta a comercio exterior, Mera está en su elemento. Conoce perfectamente los tratados de libre comercio que el Perú tiene con Estados Unidos, China, la Unión Europea y otros socios comerciales.
Sabe cómo funcionan las reglas de origen, los procedimientos aduaneros, las barreras no arancelarias. Puede defender efectivamente los intereses comerciales del país en negociaciones internacionales.
El problema es que el comercio exterior, aunque importante, no genera titulares ni preocupa a la población general. La gente no sigue las negociaciones de un protocolo sanitario para exportar mangos a Japón. Pero sí sigue y se indigna con lo que pasa en Machu Picchu.
Mera tendrá que equilibrar: atender lo técnico del comercio exterior mientras gestiona las crisis mediáticas del turismo.
La coordinación con gobiernos regionales
Tanto en turismo como en promoción de exportaciones, el Mincetur debe trabajar estrechamente con gobiernos regionales.
En Cusco, por ejemplo, el gobierno regional administra muchos sitios turísticos. En Arequipa, promueve el turismo rural. En Loreto, gestiona el turismo amazónico.
El problema es que muchos gobiernos regionales son desastres administrativos. Tienen poca capacidad técnica, se pelean con alcaldes provinciales, están salpicados por corrupción.
Mera tendrá que coordinar con 25 gobiernos regionales, algunos competentes y otros caóticos. Su capacidad para construir alianzas será crucial.