¿Cómo preparar un hígado de pollo asado en 4 simples pasos?
El hígado de pollo es uno de los alimentos que posee una cantidad inimaginable de nutrientes que son muy importante para nuestro cuerpo.
Dentro de las vitaminas que podemos encontrar en el hígado es el hierro y las vitaminas K y B12. Por eso, comer hígado de vez en cuando resulta muy ventajoso y a la vez beneficioso para nuestra salud. Muy importante, tener en cuenta que todo en exceso es dañino y el hígado podría ser eso, debido a que presenta una cantidad considerable de colesterol y purinas.
Si deseas preparar hígado de pollo asado, nosotros te mostraremos una receta fácil y sencilla para preparar hígado de pollo a la plancha y en casa. ¡Te encantará!
A continuación, te mostraremos cuales son los pasos que debes seguir para preparar este delicioso platillo:
1
- En primer lugar, para comenzar a preparar hígado de pollo, debes limpiar el hígado, de manera que deberemos retirar toda la grasa y además las vísceras de pollo. En caso de que lo hayas comprado en una carnicería, es probable que ya no necesites limpiarlo debido a que vienen bastante limpios, mientras que, si los retiras tú mismo/a del pollo entero, sí que será necesario dejarlos bien limpios.
2
- A continuación, debemos echar sal al hígado de pollo y, dependiendo de tu gusto podemos agregarle ajo y culantro o perejil picados solo para darle ese toque de sabor. De igual modo, deberás pelar los dientes de ajo, picar el perejil y agregarlo todo en un chancador o mortero.
- Acto seguido deberás empezar a machacar los ingredientes y posteriormente viertes un buen chorro de aceite de oliva y remover para ligarlo todo. Una vez listo, podrás agregar la picada de ajo y perejil a los higaditos.
3
- Enseguida ponemos la olla a calentar en la estufa para poner los pedazos de hígado y que se calienten a la plancha, esperamos a que esté bien caliente. A continuación, ya podrás poner los higaditos en la plancha o sartén e ir dándoles la vuelta empiecen a coger color.
4
Como dato adicional, debes conocer que los hígados de pollo tienen un periodo de tiempo de cocción muy angosto, por lo que en un abrir y cerrar de ojos estarán listos; por ello, deberás ir removiéndolos y cuando veas que están cocinados y listos, retirarlos del fuego.